Coordinación Javier Sáez de Ibarra y Pedro Hilario Silva
Esta sección nos hablará de publicaciones de nuestros socios y de recomendaciones de lectura ofrecidas por ellos. A la manera de lo que los ingleses llaman bookcrossing, Plaza de Lectura quiere ser un espacio público en el que puedan dejarse libros para que otros los encuentren y disfruten. Un lugar en el que, sin filtros comerciales, podamos conversar sin vernos sobre lo que nos apasiona y seduce. Un lugar en el que se recojan experiencias lectoras y se compartan libros. Un territorio, en fin, para la sugerencia y el descubrimiento.
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Después de disfrutar de una vida de lujos como funcionario en la corte del emperador Xizong, el poeta chino Si Kongtu se retiró a las faldas del monte Hua para escribir Las veinticuatro categorías de la poesía. Considerada una obra fundamental en la estética literaria china, busca capturar, a través de la contemplación de la naturaleza, el Tao, el principio que rige el orden del universo.
Tres siglos más tarde, en Francia, el monje Bernardo de Claraval se propuso convertir los monasterios cistercienses que había fundado en una casa sublime para quienes, tras experimentar las inclemencias del mundo, decidieran retirarse de él. El Paraíso claustral de Carlos Aganzo nace de una inmensa admiración por estos dos pensadores y de una reflexión propia sobre su (nuestra) presencia en el mundo.
Las veinticuatro categorías de la poesía es una de las tres obras cumbre de la estética literaria china. Su autor, Si Kongtu (837-908), el mayor teórico de la dinastía Tang, se retiró a las montañas de Zhongtiao para escribir estos versos que tanto han inspirado a toda la tradición literaria china posterior. Lejos de ser una exposición teórica de sus ideas, estos poemas son una puesta en marcha de las mismas, con un estilo impresionista y una gran densidad filosófica. Cada poema va acompañado de un misterioso preludio de Gong Bilan, de tono lapidario y críptico, que prepara al lector para una captación intuitiva del poema. En una lucha entre belleza y fidelidad, la traducción, primera directa al español, ha sido realizada por la poeta y sinóloga Pilar González España.
La tierra como identidad. La identidad como único territorio del alma. La poesía como tierra para la identidad del hombre. Esa es la materia esencial con la que se construye la atmósfera de Fines animae, del poeta madrileño (y granadino) Francisco Jerez. Los hitos que delimitan la línea divisoria de su expresión poética y vital en este libro antológico, que recoge, en sus diferentes etapas y estilos, más de cuarenta años de creación poética.




La obra que nos ofrece Santiago d’Ors es ya desde su título un sugerente y personal viaje por la literatura que el autor entiende ante todo como un medio de autoindagación. Tomando como referencia los símbolos universales de las letras: el tambor, para la lírica; el río, para la narrativa; y la máscara, para el drama y la comedia, el biznieto del autor de La ben plantada nos lleva, en este inteligente y bello canto de amor hacia la literatura, desde sus orígenes sagrados hasta la posmodernidad más rabiosa… Leer más
Con un humor cargado de inteligencia y, aunque, cocinado con mesura, más corrosivo de lo parece, esta desternillante panorámica de un barrio residual de una población madrileña es, como señala Manuel Moya en el prólogo que acompaña a la novela, un relato coral, una especie de retablo hecho con figuras de carne y hueso que no solo logra arrancarnos un buen número de carcajadas, sino que radiografía la vida de gentes que tratan de no sucumbir a unos tiempos difíciles, que por un lado tratan de excluirlos, y por otra de asimilarlos.
Las dos novelas de Rafael Soler, El grito (1979) y El corazón del lobo (1982), que configuran este volumen, nacen y se enmarcan en un tiempo particular. Son novelas de la Transición tanto por las fechas de su escritura y de su primera publicación como por la época en que están afincadas las aventuras de los personajes. Nos encontramos ante dos tramas aparentemente sencillas, que cautivan al lector que experimenta a lo largo de su lectura un intenso proceso de identificación con las situaciones que viven los personajes.
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Como dice Félix Maraña en el prologo al libro, estamos anet un tratado sobre, ante, contra, de, desde la depresión, esa muerte lenta que cerca y cercena toda esperanza, una situación a la que se enfrenta el poeta, el cuidador, quien procura que el paciente, sujeto y objeto de la ceguera del desánimo, se conduzca o reconduzca hacia la luz, hacia la visión total, hacia la vida: «Los poetas de luz siempre están vivos», nos dice López Azorín en otro de sus libros. Por todo ello, Baluartes y violines es todo un manual de pedagogía vital, un tratado de terapia de alma y cuerpo.




La nueva novela de nuestro socio Javier Sáez de Ibarra narra, con la solvencia y la lucidez que le caracteriza, fragmentos de la existencia de un hombre imprevisible. Novio perpetuo, trabajador sin oficio, padre de varios hijos, rebelde, escritor frustrado, educador utópico, insatisfecho buscador de la belleza, del amor y de la fe. Leer más..
Al hablar de la poesía de Antonio Crespo, Matías Escalera recalcaba que permanecerá en la futura crítica de la poesía española como el poeta de la memoria y de las injustas ausencias que han provocado tanto la barbarie como el tiempo a lo largo del temible siglo XX. Es en efecto la recuperación de la memoria ,como herramienta para reparar la dignidad de las y los oprimidos y silenciados, la que constituye la clave su último poemario. Leer más
Decía César Jurado en la presentación del libro en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid que los poema de Begoña Regueiro indagan con hondura, desde la riqueza y madurez, en los procesos de construcción de la memoria. Sin duda, pero se trata de procesos que van más allá de la mera recuperación nostálgica para, como señala Manuel Pereira, convertir en savia lo que podría ser sedimento y depósito inerte. Leer más
Dice Pep Bruno en el epílogo que cierra el libro que pasear por sus versos es, sin duda, una invitación a perderse, una vez más, en el bosque de los cuentos contados; pero, sobre todo, es una invitación para atender a los cuentos y al hecho mismo de contar y escuchar desde la personal y poderosa mirada de su autora.