Un viaje diferente por la literatura…poética
Una página sobre poesía pensada, diseñada y realizada por Pedro Hilario Silva
Una historia l de la poesía. contada para escépticos.
Poesía NO eres…solo tú:
Tipos y formas del hecho poético. A vueltas con la poesía expandida
Viaje en-cantado por la poesía.
Recitar y cantar poesía
Una antología multimodal de la poesía española contemporánea
UNA HISTORIA POCO CONVENCIONAL DE LA POESÍA
Capítulo 2º
La literatura poética durante… la Edad Media
Una breve introducción a cada al capítulo
Anécdotas curiosas para conocer la literatura de la época.
Conocer la s características de la poesía del momento a través de un poema.
La poesía y las otras artes del momento. Una antología multimodal.
Capítulo primero: antes del viaje: ¿qué, por qué y para qué leemos?
El canon literario
¿Qué leemos y por qué?
Una historia de la literatura
¿Cómo se organizan las lecturas?
¿Qué es la literatura? ¿leemos para conocer o para conocernos?
Lo poético y la poesía en la literatura y fuera de ella
La poesía en la historia literaria
• 1. Edad Media. Los siglos oscuros, desde el s. X al s. XV.
•2. Renacimiento El siglo del Humanismo, de 1450 a 1550.
•3. Barroco Luces y sombras del Imperio español, desde 1550 hasta 1700.
•4. Ilustración El Siglo de las Luces, enciclopedismo y racionalismo, el siglo XVIII.
•5. Romanticismo La rebeldía de los sentimientos. Literatura en la primera mitad del siglo XIX.
•6. Realismo y Naturalismo Grandes novelas y cuentos de Europa y América. La Literatura de la segunda mitad del siglo XIX.
•7. Modernismo y Fin de siglo Rubén Darío, la Generación del 98 y la crisis de fin de siglo.
•8. Vanguardia y Generación del 27 La ruptura con el arte tradicional, la edad de Plata de la cultura española y la definitiva modernidad de las letras hispanoamericanas.
•9. La posguerra española El largo tránsito de las letras durante la dictadura franquista (1939-1975).
•10. El «boom» latinoamericano Nuevos autores y nuevos clásicos en Latinoamérica.
•11. Los contemporáneos Literatura última, tendencias y nombres destacados en medio de un vasto panorama.
Algunas ideas útiles antes de emprender el viaje
Mi nombre es … y quiero contarte la historia de Nan-in, un Maestro japonés que vivió en la era Meiji, y lo que le sucedió con un profesor universitario que fue a visitarlo intrigado por la afluencia de jóvenes que acudían al jardín del Maestro.
Nan-in era admirado por su sabiduría, por su prudencia y por la sencillez de su vida, a pesar de haber sido en su juventud un personaje que había brillado en la Corte. Aceptaba en silencio que algunos se sentaran con él al caer de la tarde, pero no debían importunarlo después de la meditación. Entonces, parecía algo serio y hasta hosco, pero no era más que la necesaria readaptación mientras trabajaba en su jardín, pelaba patatas o remendaba la ropa.
El prestigioso profesor se hizo anunciar con antelación haciendo saber que no disponía de mucho tiempo, pues tenía que regresar a sus tareas en la universidad.
Cuando llegó, saludó al Maestro y, sin más preámbulos, le preguntó por el Zen. Nan-in le ofreció el té y se lo sirvió con toda la calma del mundo. Y aunque la taza del visitante ya estaba llena, el Maestro siguió vertiéndolo. El profesor vio que el té se derramaba y ya no pudo contenerse.
– ¿Pero no se da cuenta de que está completamente llena? ¡Ya no cabe ni una gota más!
– Al igual que esta taza, – respondió Nan-in sin perder la compostura ni abandonar su amable sonrisa -, usted está lleno de sus opiniones. ¿Cómo podría mostrarle lo que es el camino del Zen si primero no vacía su taza?
Airado, el profesor se levantó y con una mera inclinación de cabeza se despidió sin decir palabra. Mientras el Maestro recogía los trozos de porcelana y limpiaba el suelo, un joven se acercó para ayudarle.
– Maestro, ¡cuánta suficiencia! Qué difícil debe de ser para los letrados comprender la sencillez del Zen.
– No menos que para muchos jóvenes que llegan cargados de ambición y no se han esforzado por cultivar las disciplinas del estudio. Al menos, los estudiosos ya han hecho una parte del camino y tienen algo de lo que desprenderse.
– ¿Entonces, Maestro, cual es la actitud correcta?
– No juzgar, y permanecer atento.
Entender para leer y leer para conocer y conocerse
Seguramente, lector, tras tu lectura, habrás extraído una cierta enseñanza de la historia contada, y es posible que esta no coincida con la que he extraído yo, y es posible que ninguna de las dos coincida, a su vez, con la quiso trasmitirnos aquel que creó por primera vez esta breve historia. O quizás sí. Yo, a veces, como lector he sido como ese profesor universitario, y me he comportado como alguien lleno de prejuicios hacia lo que empezaba a leer, escuchar o ver; y mi postura era la del que interpretaba aplicando, como un filtro, ciertos preconceptos que se imponían a lo que el texto pretendía decir; Otras veces, sin embrago, era como el estudiante que juzgaba desde la soberbia sin tener el conocimiento para hacerlo. No soy nada original, como veis; los seres humanos somos así.
No descubro nada nuevo si señalo que siempre que leemos algo somos intérpretes de lo que leemos. A veces, nuestra lectura se acerca a lo que el autor intentaba transmitir, según su intención o capacidad a la hora de redactar su texto; del mismo modo, a veces, como lectores proyectamos una intención particular que lo contamina todo, o no somos capaces de aplicar las destrezas requeridas para acceder a lo que le texto pretende decir. Además, a veces, podemos leer el texto en silencio, para nosotros mismos; o podemos leerlo como intermediarios que se interponen entre el texto leído y otros posibles receptores: bien porque nuestra intención es escribir o hablar sobre lo que hemos leído o bien porque
realizamos en voz alta la lectura del texto. Hagamos lo que hagamos, leer un texto, como, por ejemplo, un poema, supondrá siempre adoptar una postura ante el texto y ejercer una actividad que implicará gestionar ciertas destrezas sobre las que asentaremos esa intención o voluntad lectora. Hasta dónde queremos que llegue esa lectura es algo que cada lector deberá decidir por sí mismo, pero la posibilidad de llegar hasta donde queremos llegar dependerá del dominio de las destrezas aplicadas. El siguiente proyecto pretenden ayudar a conseguir ese dominio y a facilitar que la voluntad lectora de cada uno llegue allí adónde quiere o necesita.
A lo largo de las páginas siguientes, plantearemos un proyecto mediante el cual, por un lado, intentaremos responder a algunas preguntas sobre por qué merece la pena leer poesía a cualquier edad, asumiendo, eso sí, que más allá de imposiciones académicas, la lectura será siempre un acto voluntario; y, por otro, ofreceremos algunos recursos y estrategias que permitan utilizar esa forma de expresión literaria como base para desarrollar nuestra competencia lectora.
ACTITUDES ANTE LA LECTURA
Cada texto, sea o no poético, presenta diferentes niveles de acceso y nos ofrece como receptores distintas posibilidades informativas según sean nuestros conocimientos o nuestros deseos. Podemos querer únicamente saber qué relata o descubrir qué emoción nos transmite al leerlo, y estaría bien; pero también podemos querer saber cómo se cuenta la historia o cómo consigue el poeta que sintamos eso que sentimos al leerlo. Ambas lecturas implican cosas diferentes, porque cada lectura es como un viaje en el que decidimos ir más o menos lejos, conocer más o menos cosas, porque viajar, como aprender, supone una actitud y una forma de ver la vida.
HASTA DÓNDE QUIERO LEER.
Como un viajero, necesitamos llevar nuestra mochila más o menos cargada según el sitio al que decidamos ir. Al acabar el viaje, también nuestra mochila traerá nuevas vivencias y nuevos conocimientos de ese viaje que podremos utilizar en nuevos recorridos.
Ante lo que encontremos en nuestro periplo podremos adoptar posturas diferentes, seremos libres de optar por una u otra. Si optamos por enriquecernos y ampliar nuestro horizontes de expectativas un modo de hacerlo es preguntar; sí, preguntar como medio de descubrimiento y acceso a la información que está latente en lo que vemos o leemos, pero también en nosotros mismos. Esta forma de aprender ya existía hace cientos de años, la denominaban Mayéutica y la aplicaba un filósofo llamado Sócrates con sus discípulos.
LA MAYEÚTICA COMO MÉTODO
Aplicar esta técnica a nuestra lectura supone realizar preguntas que nos permitan guiarla hacia el conocimiento no conceptualizado pero existente en el texto.
Toda pregunta implica , por un lado, que existe una curiosidad que genera la necesidad de cubrir un vacío; y por otro, una respuesta, que pretende llenar ese vacío, pero que para ser valida debe estar contrastada o justificada con elementos externos o propios del texto.
Asimismo, cada pregunta supone un deseo de conocimiento y un cierto nivel de acceso a lo que se desconoce. No es lo mismo preguntarnos por cómo se siente el sujeto que habla en un poema ante un hecho y cómo nos sentiríamos nosotros ante esa situación, que por el modo en que ese sentimiento nos es transmitido.
PARA QUÉ LEEMOS
Leemos para comprender, para aprender, para crecer cultural e intelectualmente. a) La lectura es el instrumento privilegiado para el aprendizaje. b) Leemos porque la lectura nos ofrece oportunidades para disfrutar y apreciar la belleza del lenguaje y, también, para vislumbrar la belleza mediante el lenguaje. Por lo tanto, la lectura no se agota en sus dimensiones pragmáticas y funcionales. c) leemos porque el dominio de la lectura contribuye, junto con otros factores, a la participación crítica y al compromiso social y cultural de los alumnos, futuros ciudadanos con obligaciones y derechos.
QUÉ SUPONE LEER.
Las tareas que se planteen a partir de la lectura y audición de un texto girarán alrededor de los siguientes aspectos, que a su vez nos hablan de diferentes niveles de acceso al texto: a) acceso y recuperación de información; b) comprensión de dicha información, c) desarrollo de una interpretación personal y pertinente según una intención determinada de la información obtenida, d) reflexión y valoración tanto sobre la forma como sobre el contenido de un texto determinado.
CÓMO LOGRAMOS UNA LECTURA ADECUADA
Leer supone el desarrollo de un conjunto de actividades destinadas a: ACCESO y la RECUPERACIÓN de la información del texto. Se define como el acceso y la ubicación de uno o más fragmentos de información en un texto. Está ligado a la comprensión literal del texto. Actividades para la INTEGRACIÓN e INTERPRETACIÓN de lo leído. Se define como la construcción de significados y la generación de inferencias a partir de una o más secciones de un texto. Actividades para la REFLEXIÓN y la VALORACIÓN de la forma y el contenido, relacionándolo con la experiencia y el intertexto lector. La reflexión puede realizarse: 1) Sobre el contenido del texto: requiere relacionar el contenido del texto con los conocimientos, ideas y experiencias previas; 2) Sobre la forma: requiere relacionar la forma del texto con su utilidad y con la actitud e intenciones del autor.
Leer poesía
-A modo de ejemplo –
Leer un poema de Jesús Hilario Tundidor
Primer paso: leer sin prejuicios: leer para sentir, para experimentar
Si admitimos que esta actividad supone tener, según PISA, la capacidad individual para comprender, utilizar y analizar textos con el fin de lograr sus objetivos personales, desarrollar sus conocimientos y posibilidades y participar plenamente en la sociedad (OCDE, 2009b), ello implica que como lectores podremos formular preguntas como: ¿Por qué…? ¿De qué…? ¿Para qué…? ¿Con qué… ? ¿De quién… ? ¿Sobre qué…? ¿Este poema puede interesar a quién le interesa…?
De acuerdo con lo anterior, la lectura del poema «Redacción» a buen seguro puede llevarnos a plantearnos una serie de preguntas : ¿Para qué ha escrito este poema el autor? ¿En qué momento lo escribió? ¿Por las cosas que dice solo puede ser un poema actual o podría haberse escrito en cualquier momento? ¿El poema hace referencia a un espacio determinado o busca abarcar un ámbito general? ¿El texto no nos cuenta una historia o nos describe una situación? ¿Qué emoción nos provoca su lectura? ¿Es un poema optimista o pesimista? ¿Nos ha recordado a alguien ? ¿Se lo leeríamos a otra persona? ¿En qué contexto lo leerías fuera del centro ? ¿Es un texto comprometido o neutro? ¿Es un texto de comprensión fácil o difícil?
A MODO DE RESPUESTA: Es evidente que por superficial que sea nuestra lectura del texto probablemente nos daremos cuenta de que el autor nos ha querido hablar de lo que el siente como un fracaso: el modo en que el ser humando existe en el mundo que le ha tocado vivir. Jesús Hilario Tundidor aborda una cuestión de evidente actualidad: la incapacidad (esa derrota » del poema) de la humanidad a la hora de lograr hacer del mundo un lugar habitable para todos… y para demostrarlo hace un recorrido por todas aquellos elementos que nos agreden como colectivo, que nos conducen a la infelicidad, que constituyen ese «corazón de la tristeza»).
Es evidente que que el texto funciona ideológicamente con un fin: brindar aportes para la transformación de una realidad que no es compartida por el poeta. Con esa intención los versos se convierten en una enumeración descriptiva mediante la cual el poeta argumenta …
Segundo paso: comprender, interpretar y valorar el poema
COMPRENDER
INTERPRETAR
VALORAR
Si admitimos que esta actividad supone el reconocimiento de todo aquello que está explícito en el texto, para llevarla a cabo podremos formular preguntas como: ¿Qué…? ¿Quién es…? ¿Dónde…? ¿Quiénes son…? ¿Cómo es…? ¿Con quién…? ¿Para qué…? ¿Cuándo…? ¿Cuál es…? ¿Cómo se llama…?
Si admitimos que esta actividad supone acceder a informaciones que no están expresadas de forma explícita en el texto, sino que pueden generarse a partir del cotexto, el contexto y el intertexto relacionados con la obra, lo que implica el lector pone en relación el texto con sus saberes previos, sus vivencias y experiencias personales, así como con su bagaje lector sobre la materia, el asunto o el tema tratados, para llevarla a cabo podremos formular preguntas como: ¿Qué pasaría antes de…? ¿Qué significa…? ¿Por qué…? ¿Cómo podrías…? ¿Qué otro título…? ¿Cuál es…? ¿Qué diferencias…? ¿Qué semejanzas…? ¿A qué se refiere cuando…? ¿Cuál es el motivo…? ¿Qué relación habrá…?
Si admitimos que esta actividad supone enjuiciar con seguridad las ideas expresadas por el autor del texto, así como el modo en que lo hace; para llevarla a cabo podremos formular preguntas como: ¿Crees que es…? • ¿Qué opinas…? • ¿Cómo crees que…? • ¿Cómo podrías calificar…? ¿Qué hubieras hecho…? • ¿Cómo te parece…? • ¿Cómo debería ser…? • ¿Qué crees…? • ¿Qué te parece…? • ¿Cómo calificarías…? • ¿Qué piensas de…?
Segundo paso: comprender, interpretar y valorar el poema
COMPRENDER
INTERPRETAR
VALORAR
¿Qué te hace pensar así? ¿Con cuáles de las siguientes palabras relacionarías el poema: soledad, amor, simpatía, empatía, derrota, guerra? ¿Le leerías el poema a alguien conocido?, ¿a quién? ¿Compartes lo que se dice en el poema? ¿Podrías contarle a un amigo o amiga de qué trata el poema en unas cincuenta palabras? ¿Cómo relacionarías el enunciado «la derrota humana» con el que termina el poema y el enunciado anterior? ¿Qué título le pondrías al poema?
¿El texto está escrito en prosa o en verso? ¿Formalmente se organiza en estrofas o en párrafos? ¿Por qué crees que se repite este enunciado: «Este es el corazón de la tristeza» al inicio de cada estrofa?
¿El poema está escrito en primera, segunda o tercera persona? ¿El sujeto poético habla de una experiencia personal o hace referencia a cuestiones generales que atañen a un conjunto de personas? ¿El poema es una narración, una descripción o una diálogo? ¿Qué tiempo verbal utiliza el sujeto enunciador? ¿Por qué utiliza dicho tiempo verbal: atemporalidad dele mensaje, inmediatez del mensaje, proximidad del mensaje… ? ¿Es un contenido actual o habla de problemas pasados?
La prosa y la poesía son formas diferentes de expresión lingüística: la primera…la segunda se ajusta a ciertos patrones rítmicos. Pero con ambas podemos hablar de las mismas cosas y tratar los mismos temas.
¿Redacción está escrito en prosa o verso?
Todo texto aborda una MATERIA, trata sobre un ASUNTO y desarrolla un TEMA (y, a veces, defiende una TESIS)
La MATERIA es el contenido general sobre el que podemos hablar en un poema: el amor, la muerte, las relaciones sociales…
¿Qué materia aborda el texto de Jesús Hilario Tundidor?
El ASUNTO es el aspecto del contenido general que se aborda en el poema: el desamor,
De los siguientes aspectos de la materia tratada señala los que creas que se abordan en el texto:
El TEMA es la concreción en el texto del asunto tratando y guarda relación con la intención del autor al escribir el poema; por ejemplo, la materia amorosa puede concretarse en las existencia de posibles relaciones amorosas (asunto tratado) que a su vez pueden concretarse en los diferentes tipos de relación y los distintos aspectos que estos pueden asumir, por ejemplo, hay relaciones amorosas difíciles a causa de la diferencia de edad. Esta concreción última de la materia sería el tema del poema.
¿De los temas relativos al aspecto de la materia tratados, cuál piensas que se aborda en el texto?
Si el poeta adoptada y defiende una opinión concreta sobre el tema tratado, entonces ese tema pasa a denominarse TESIS.
El TÍTULO debe guardar relación con en tema del poema y nos ayuda a entenderlo e interpretarlo. Puede anticiparlo, resaltar un aspecto del contenido sobre otros, dotar de un cierto tono, irónico, por ejemplo, puede orientar nuestra lectura…
Todo poemas organiza el contenido según grupos semánticos, que no siempre coinciden con las estrofas, que son agrupaciones rítmicas. Estos grupos semánticos serán la base para la escaleta del documento audiovisual resultante del procesos creativo.
TUTORIAL SEGUNDO: EXPANDIR EL POEMA
Escaleta
2.1. Leer el poema a otros
2.2. Crear nuevos textos desde el poema
la voz de la persona que lee crea ámbitos de intensidad nuevo en el espacio y busca contactar con la sensibilidad de otras personas. Los que escuchan al recibir participan y comparten en distintas medida del sobrecogimiento o el alivio que generan esas imágenes del sonido-sentido. Pero, en este proceso el texto puede adquirir otra fascinación que surge ineludiblemente de cada vivencia lectora compartida. Por eso, hablamos de la lectura en voz alta como de una actividad compartida; por eso hablamos de mediación fónica y por eso leer en voz alta es mucho más que encadenar correctamente sonidos.
2.1. LEER EL POEMA A OTROS
2.1.1.LEER EL POEMA A OTROS: DOMINAR CIERTAS DESTREZAS PARA PODER LEER EN VOZ ALTA
No corras
No seas lento
Trabaja las pausas
Vocaliza
Debes tener en cuenta el ritmo marcado por el poeta mediante los signos de puntuación, los encabalgamientos, los espacios…
Fíjate en el ejemplo.
Has de tener en cuenta el ritmo marcado por el poeta mediante los signos de puntuación, los encabalgamientos…
Fíjate, en el ejemplo, como cambia la lectura la hacerlo.
Las comas marcan las pausas, lo silencios, y estos juegan un papel fundamental en el significado de lo que se dice.
De hecho puede cambiar el sentido del poema si cambias de lugar las comas del texto o si haces pausas en sitios donde no las hay, o, simplemente, no las tienes en cuenta.
Como texto fonético que está estructurado en sonidos, el poema requiere de su lector una realización acústica, acorde con una determinada interpretación, pero sobre todo le pedirá que pronuncie correctamente las palabras del poema.
2.1.2. LEER EL POEMA A OTROS: HACER DISFRUTAR DEL POEMA A TRAVÉS DE UNA LECTURA EXPRESIVA
Comprende el texto
Accede al sentido
Proyecta
Trabaja la prosodia
Obviamente el elemento sonoro se encuentra fuertemente comprometido con el contenido. Se trata de una poesía más fónica que explora las posibilidades expresivas de los sonidos y articulaciones vocales, y expande la dimensión sonora del lenguaje verbal. En estos caso se requiere que reforcemos la pronunciación de ciertas palabras.
podría decirse que en la pausa se combinan fundamentalmente dos factores: el silencio y el tonema (dirección de la voz hacía arriba o hacia abajo). En una emisión o lectura lenta se comprueba fácilmente que hay un silencio, una interrupción que se podría cronometrar en centésimas de segundo. Sin embargo, en una lectura veloz (quizás hasta en la normal), no se hace pausa sino que lo que interviene simplemente es el tonema, aunque tengamos la sensación de que ha habido pausa. O sea, que el tonema es suficiente para dar la impresión de pausa, aunque no hayamos hecho interrupción alguna.
Comprende el texto
Accede al sentido
Proyecta
Trabaja la prosodia
Como texto fonético que está estructurado en sonidos, el poema requiere de su lector una realización acústica, acorde con una determinada interpretación, pero sobre todo le pedirá que pronuncie correctamente las palabras del poema.
Las comas marcan las pausas, lo silencios, y estos juegan un papel fundamental en el significado de lo que se dice.
Fíjate como cambia le sentido del poema si cambias de lugar las comas del texto o si haces pausas en sitios donde no las hay, o, simplemente, no las tienes en cuenta.
2.2. CREAR NUEVOS TEXTOS DESDE EL POEMA
2.2.1 Elaborar un antología sonora
2.2.2 Elaborar un antología multimedia
2.2.1 ELABORAR UNA ANTOLOGÍA POÉTICA SONORA
¿Por qué una antologías poética?
Constelaciones literarias y tipos de antologías
Tono y función de una antología
Las antología sonoras como audiolibros
2.2.2. ELABORAR UNA ANTOLOGÍA POÉTICA MULTIMEDIA
¿Qué es un poema multimedia?
Palabra, sonido e imagen
Editar, almacenar y compartir
Aspectos técnicos (I):editar audios
Aspectos técnicos (II): editar vídeos
Aspectos técnicos (III): almacenar información