Ayer tuvo lugar en la Biblioteca de la antigua Casa de Fieras del Retiro ─¿un presentimiento sobre lo que iba a suceder allí?─ la presentación del poemario Siempre cayendo escrito por Carlos Martín ‘Dokusán’, colaborador atento de nuestra Revista Letra 15 y recitante persuasivo en Recitario APE Quevedo, donde lee en voz alta tanto inéditos como versos ya publicados en alguna de sus otras obras, El sueño de Lázaro (2009), Memoria de la ceniza (2011), La conciencia perturbada (2013) o La diadema de la muerte (2018), a lo que se añade la publicación web El Ojo y la Cuerda, con poemario, prosario, rosario, recetario, recitario, dietario y osario del autor.

Carlos Aganzo, poeta y editor, ejerció de interlocutor avezado en la obra del escurridizo autor, que vive algo apartado del mundo («Oculto entre las nubes, desconocido su paradero») pero con un gran ansia de comunicarse, lo que le lleva a escribir cada mañana en las primeras horas, cuando el yo despierta estrecho y menguado, como así lo manifestó el autor. Leyó un pequeño texto que ha escrito para Letra 15 donde explica su poética: «Escribir un Poema», que aquí reproducimos:

Tras un diálogo entre poetas y con el público asistente («El gerundio ‘cayendo’ aparece tres veces en el Quijote: «tropezando aquí, cayendo allí, despeñándome acá y levantándome acullá…»», «¿Porqué escribes si lo que más te interesa es el viaje interior?», «¿Y san Juan de la Cruz y su «un no sé qué que quedan balbuciendo»?», el autor leyó algunos versos y escogió para la despedida este poema:
De la infancia perdí el recuerdo,
de la primera juventud el asombro,
de la madurez la satisfacción del logro.
Ahora, perdida toda esperanza,
mi atención se ciñe a la grieta,
al avance lento de la niebla.

